Bodegas
El turismo enológico está representado en Aranjuez por dos
bodegas muy diferentes. El Regajal, bodega moderna, ubicada en
la finca del mismo nombre al sur de la villa. Tiene cierto
renombre en la DO Vinos de Madrid, y produce sabrosos caldos de
las variedades Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Merlot, Petit
Verdot y Syrah. Pero, además de por sus vinos, esta finca es
conocida desde 1848 por ser una reserva natural de mariposas,
meca de entomólogos de toda Europa.
Por otro lado, la Bodega del Real Cortijo de Carlos III, sita en
el Cortijo de San Isidro, es un santuario mágico subterráneo, en
cuyos túneles maduran vinos desde el siglo XVIII. Tiene una
atractiva fachada clasicista, con una plaza ajardinada de
acceso, y en la actualidad es un espacio visitable
turísticamente y ofrece degustaciones de los caldos que han
medrado en su subsuelo. Está declarada, junto con el resto del
Cortijo, “Monumento Histórico Artístico” y es acreedora, junto
con el casco urbano del Cortijo, de una atractiva visita.
La Fresa
La fresa, que dio nombre a nuestro tren en 1851, se cultiva
en la huerta de Aranjuez en dos variedades de rosáceas: la fresa
y el fresón.
La fresa es una especie silvestre, llamada ‘fragania’, que crece
naturalmente en los bosques, de fruto pequeño, azucarado,
aromático y muy apreciada por su excelente calidad. En los
últimos años el cultivo de esta variedad ha ido disminuyendo
debido a la delicadeza del fruto, que complica los procesos de
recolección y genera importantes limitaciones para el
agricultor. Por todo ello actualmente apenas se cultivan cinco
hectáreas en la huerta arancetana.
El fresón es un híbrido desarrollado por los botánicos en el
siglo XVIII, con el cruce de varias especies llegadas de
América. De calibre más grande que la fresa, puede llegar a ser
tan dulce aunque menos aromático. Su calidad y dulzura le hacen
único, y aunque hoy se cultivan muchas variedades, ninguna se
parece al cultivado en Aranjuez.
En el Tren de la Fresa se ofrece una degustación de fresón
recogido ese mismo día. No se reparte fresa dada la
imposibilidad de conseguir, en buenas condiciones, la tonelada y
media que repartimos cada año.
El Motín de Aranjuez
Las Fiestas del Motín, que se celebran el primer fin de
semana de septiembre son, junto con las del 30 de mayo, el
patrón San Fernando, las más importantes de Aranjuez, y están
declaradas de Interés Turístico Nacional.
Comenzaron a celebrarse en 1982 y rememoran los hechos
históricos acontecidos en 1808, que se denominaron popularmente
como “Motín de Aranjuez”, y conllevaron la caída de Manuel
Godoy, ministro de Carlos IV, y la subida al trono de su hijo
Fernando VII.
El evento central de esta fiesta es la representación popular
del Motín en el entorno del palacio, en el que participan cerca
de doscientos vecinos ataviados con trajes de época con gran
desarrollo escenográfico y técnico. También se representa el
asalto al Palacio de Godoy y desfiles de amotinados por las
calles, culminando con la quema simbólica de sus enseres y su
encierro en los calabozos municipales.
En el marco de la Fiesta del Motín se celebran otros actos como
el nombramiento del «Amotinado Mayor» o la Corrida Goyesca en la
plaza de toros. Las Fiestas del Motín son un motivo más para
acercarse en septiembre al Real Sitio y disfrutar de su encanto
en un contexto realmente singular.